¿Qué hace una doula?

Si no sabes lo que es una doula y buscas por internet, seguro que encontraras lo que incluso nosotras decimos. Una lista de servicios, como el acompañamiento, información contrastada y actualizada, sostén… Con una lista de beneficios asociados a estos servicios, como mayor tasa de partos no instrumentados y cesáreas.

Exactamente como en muchos otros negocios de servicios. Como en una peluqueria, que tiene una lista de servicios (lavar, cortar, color…) y una serie de beneficios (mejor salud para el cabello, circulación en el cuero cabelludo). Aunque estos beneficios muchas veces no son explicados en muchos servicios, porque su propia trayectoria histórica, el conocimiento y la experiencia que los clientes tienen del servicio, que explicarlo no es necesario. Durante toda la vida has vivido o visto que cortarse el pelo mejora su salud.

En el caso del doulaje no todas hemos sabido de este servicio en el momento de poder recurrir a él, ya que su ejercicio está normalmente delimitado al proceso de la maternidad. Incluso conociendo la figura, sus servicios y beneficios hemos podido optar por no hacer uso de ellos. Lo que es una decisión válida sujeta a nuestra situación y concepción del momento.

Pero creo que es necesario recalcar, sobre todo por la falta de esta experiencia y conocimiento colectivo de lo que es una doula, uno de los servicios más importantes que aportan las doulas y sus beneficios. Que son en cierta manera los mismos que otros servicios, solo que estos no necesitan ser explicados.

Estar acompañada por una doula en tu proceso de maternidad es en cierta manera entrar en una peluquería (negocio) para cortarte las puntas (servicio) para sanearlas (beneficio). Busco una doula (negocio) para que me acompañe en el parto (servicio) para llevarlo a cabo de una forma más consciente (beneficio).

Hasta aquí, no os he contado nada nuevo, pero hemos olvidado lo que además nos puede ofrecer el servicio y que muchas veces no nos paramos a pensar. En una peluquería cercana y que se ajuste a tus gustos y necesidades puedes encontrar un espacio seguro para ti. Darle al botón de pause. Que estén contigo, dejando sus circunstancias al margen, para que en el tiempo que pasas desde que te recogen el abrigo hasta que te marchas, estés acompañada por una persona que se desea que tu experiencia sea la más ajustada a lo que tenías en mente. Aunque esa persona sea la recepcionista que ni siquiera sea la que te corta el pelo. Su ilusión es que tengas un tiempo agradable y consciente y que salgas por la puerta lleva de satisfacción y sintiéndote más empoderada que cómo has entrado.

Una doula desea eso, quiere que el tiempo juntas te sirva para sentirte acompañada y sostenida, en el sentido más profundo de las palabras. Quiere que esos momentos te ayuden a tomar consciencia de la situación, a pausar, escuchar y sentir, a tu cuerpo y a tu bebé. Quiere que sepas que puedes hacerlo aun sin ella, pero que cuando acabe te alegres de que haya estado a tu lado. Y quiere que cuando acabe, sea cual sea el resultado o lo largo del camino, te sientas satisfecha de que has dado la mejor parte de ti y te sientas empoderada. Y esto último no es algo que ella pueda hacer directamente, ya que es algo interno de la persona y propio de la vivencia. Pero si puede darte los espacios y las herramientas que estén en su mano para que lo consigas o luches por conseguirlo.

Cuando decimos que las mujeres no necesitan una doula, pero se la merecen. Hacemos referencia a esto. A que el cuerpo de la mujer sabe gestar y parir, y en el posparto encontraras la forma de hacerlo. Pero te mereces una doula porque te mereces vivirlo sintiendo que no estás sola en esto, que tienes ratos para tomar consciencia de la situación y hacerla tuya. Estando junto a una persona que no busca lo mismo que tú, que tu pareja o que tu entorno. Busca que TU experiencia sea lo más positiva posible.