Los cursos de preparación al parto, que como ya hemos visto no son imprescindibles, pero pueden ser muy beneficios, pueden ser diferentes entre sí, presentando la maternidad desde diversas perspectivas y afrontándola de formas diferentes. Además, se practican cuidados previos al parto y para el posparto, por lo que no están completamente centrados en el momento del parto.
Su objetivo principal es preparar a la familia para la llegada del bebé. Por lo que se trabajan situaciones desde la gestación, sobre todo del último trimestre, hasta un puerperio tardío. Tanto de la parte más física, como molestias, dolores, ejercicio, respiraciones, la parte más teórica, como fisiología o el Plan de Parto, y emocional, muy afectada por los cambios hormonales. Los principales puntos a tratar serian:
– Técnicas de relajación y respiración, para transitar la maternidad de forma más tranquila y consciente y como una forma de aliviar los dolores y escuchar al cuerpo.
– Aprender sobre el proceso de manera teórica para distinguir problemas o cuando ha empezado el proceso de parto y saber cuándo acudir al médico. Así como la explicación de procesos naturales, distintas fases del parto, cambios propios de la gestación, cambios en el posparto, lactancia materna… Así como procesos hospitalarios o de intervención, como la inducción, el uso de epidural, monitorización…
– Resolver dudas que puedan surgir.
– Responsabilidad y cuidados frente a la salud del bebé y propia. Siendo tan importantes los cuidados al bebé como los autocuidados de la propia madre, que sobre todo en el puerperio se ve muchas veces desbordada.
– Conocimientos del propio cuerpo que permiten reducir los miedos y ansiedad.
– Ejercicios de movilidad durante el embarazo para flexibilizar la pelvis y de la musculatura, así como medidas posturales.
Cada profesional o centro de salud ofrece esta preparación según sus propios protocolos y creencias. Igual que las madres pueden escoger que preparación creen que es más adecuada para su concepción de la maternidad y de familia, con preparaciones que acojan e informen también a las parejas o acompañantes. Algunas preparaciones, además de las mixtas, son:
– Método Bradley (extendido en E.E.U.U.). El dr. Robert Bradley fue un obstetra estadounidense recogió técnicas para posibilitar un parto no medicalizado, donde el alivio del dolor se basaba en el apoyo y la presencia del acompañante. Por lo que se destaca el papel de la pareja, denominándose también husband-coached childbirth. Con una tendencia marcada al parto natural, se centra en la atención de las necesidades de la madre como serian: la relajación profunda, respiración abdominal, mínimo de personas para la tranquilidad, oscuridad y cerrar los ojos y el sueño, en el parto. Pero también cierta preparación mediante la alimentación saludable o ejercicios de kegel. Y da mucha importancia al papel del padre en el parto, el método nace en un contexto predominantemente heterosexual, y a que se desarrolle de la forma mas natural posible.
– Método Lamaze. En 1951 el dr. Fernand Lamaze, obstetra francés, incorpora a la preparación previa técnicas del método psicoprofiláctico ruso. Basado en el apoyo constante de una persona de confianza para asegurar la tranquilidad y relajación de la madre para favorecer un parto no medicalizado. Sus principios básicos son: la NO inducción, libertad de movimiento, apoyo emocional constante, NO realización de técnicas de rutina, NO litotomía y NO separar madre-bebé tras el parto. El acompañamiento es fundamental, ya sea de un familiar o una doula, insistiendo en fomentar la relajación mediante masajes, apoyo emocional, palabras de aliento.
– Hipnoparto. La hipnoterapeura Marie Morgan recogió una serie de técnicas para trabajar el parto mediante la relajación profunda, la positividad y aliviando los miedos. Basándose en los estudios del síndrome del miedo-tensión-dolor, que describe como la anticipación del dolor y el miedo generan tensiones musculares y psíquicas para proteger al cuerpo, pero que en el momento del parto se oponen a la dilatación generando un dolor más intenso. El hipnoparto se apoya en 3 técnicas para disminuir la ansiedad y el miedo: la respiración controlada, pensamientos y palabras positivas y las visualizaciones. Haciendo que la mujer sea plenamente consciente del proceso y se mantenga relajada, facilitando la liberación de hormonas que ayudan aliviando y regulando el parto.
Como vemos, lo que más se repite en los diversos métodos para prepararse para el parto es la disolución de miedos, sentirse lo más relajada posible y el acompañamiento constante que facilite esta tranquilidad. En realidad, más allá de un método u otro, preparar la maternidad de una forma consciente e informada puede darte la seguridad que necesitas para vivir el viaje de la mejor forma posible.
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